Banano y Plátano
El Programa de Mejoramiento Genético de Musáceas de la FHIA inició en 1959 con la United Fruit Company, evaluando germoplasma colectado en el Pacífico y Sudeste de Asia. La meta inicial del programa era desarrollar un banano tipo Gros Michel resistente al Mal de Panamá. Primero se crearon híbridos utilizando como hembras al “Gros Michel” y sus mutantes enanos Cocos, High Gate y Low Gate y como macho al diploide Lidi. En esa época el diploide Lidi era el material que había sido identificado con mayor resistencia a la Raza 1 del hongo Fusarium oxysporum f .sp. cubense, agente causal del Mal de Panamá. Los híbridos tetraploides obtenidos a partir de esos cruzamientos fueron resistentes a la Raza 1 del Mal de Panamá pero no tan productivos como los clones Cavendish, que ya eran utilizados en las plantaciones comerciales de banano desde 1960. Con base en esos resultados, el Programa se concentró en el desarrollo de diploides mejorados con características agronómicas adecuadas de producción y resistencia a las enfermedades.
Después de 20 años de investigación se desarrolló el diploide mejorado SH-3142, que ha producido progenies con resistencia a las razas 1 y 4 de F. oxysporum f. sp. cubense y es el progenitor masculino de los híbridos FHIA-01, FHIA-18, FHIA-21 y FHIA- 25. Los híbridos que la FHIA ha liberado hasta la fecha cuentan con excelentes características de racimo y planta y son resistentes o tolerantes a la Sigatoka negra y al Mal de Panamá.
En términos agronómicos es importante resaltar que la rusticidad de los híbridos FHIA, hace posible su cultivo en un espectro muy amplio de condiciones agro-ecológicas y por eso han tenido buen desempeño en África, América Latina y Australia. Los resultados obtenidos demuestran que a pesar de las dificultades inherentes a la planta y a la escasez de recursos destinados al mejoramiento genético del banano, se han obtenido buenos resultados en el mejoramiento de bananos de consumo local que representan el 90 % de la producción mundial.
En cuanto a los bananos de exportación, desde 1960 todas las compañías productoras dependen de uno o dos clones y por ese motivo necesitan de hacer de 40 a 52 aplicaciones de fungicidas al año para controlar la Sigatoka Negra lo cual tiene un costo mínimo de $1500/hectárea/año. De 1960 a 2003, varios han sido los motivos por las cuales no se utilizó el mejoramiento genético convencional para desarrollar híbridos de Cavendish resistentes a BS. El principal motivo es que Simmonds (1962), reporto que las variedades Cavendish tienen esterilidad femenina, esta información fue interpretada por la comunidad científica como una conclusión, que no fue confirmada con otras evaluaciones. Posteriormente, Stover y Buddenhagen (1986) y Stover y Simmons (1987) confirmaron la información de Simmonds (1962). Siendo así, se tornó imposible para nuestro programa proponer proyectos que visen el mejoramiento convencional de las variedades Cavendish, si teóricamente no se pueden realizar los cruzamientos.
En 2003, teniendo como base esta posible limitante, la primera preocupación del programa de FHIA fue determinar las tasas de fertilidad femenina de las variedades Cavendish para delinear estrategias de mejoramiento. La fertilidad femenina de las variedades comerciales de Cavendish se determinó mediante la polinización de 20,000 racimos de Cavendish con el polen de 10 progenitores masculinos. Como producto de estos cruzamientos se generaron 186 semillas. De las semillas obtenidas únicamente se pudo rescatar embriones de 40 semillas de las cuales se desarrollaron 20 plantas hibridas. Este resultado demuestra que la fertilidad femenina de las variedades del grupo Cavendish es muy baja y que no se puede clasificar como estéril, como se ha citado en la bibliografía científica hasta el presente momento. Las plantas híbridas tetraploides que se desarrollaron contienen 3 juegos de cromosomas completos de la madre y un juego de cromosomas del progenitor masculino, esta situación permite la posibilidad de que las hembras tetraploides generen gametas diploides con dos genomas de Cavendish que al ser fertilizadas por gametas haploides del diploide resistente generaran híbridos triploides de segunda generación con 66 % de Cavendish.
El desarrollo de hembras tetraploides con 3 juegos de cromosomas completos de la madre y un juego de cromosomas del progenitor masculino es la base para la creación de híbridos triploides de segunda generación tipo Cavendish. Las posibilidades de suceso de este esquema aumentan a medida que aumenta el número hembras tetraploides fértiles. Hasta la fecha, FHIA ha desarrollado dos hembras tetraploides producto del cruzamiento entre dos variedades Cavendish, estas hembras actualmente se están propagando y cruzando con un diploide que transfiere resistencia a la Sigatoka Negra para obtener híbridos triploides tipo Cavendish de segunda generación.
Los productores de banano Cavendish necesitan apoyar el desarrollo de nuevos híbridos o clones de Cavendish resistentes a la Sigatoka Negra, hasta 2011 solamente se podía pensar en desarrollar un banano transgénico pues se consideraba a la variedad Cavendish estéril, pero actualmente la FHIA tiene la técnica y estrategia para desarrollar híbridos tipo Cavendish.
Actualmente, las tendencias del mercado internacional han enfatizado en la diversificación de mercados para el banano, pues se sabe que aproximadamente la quinta parte de los bananos cosechados son descartados por estar fuera de los estándares establecidos para el consumo como fruta fresca. Siendo así, su uso en raciones de animales y en la fabricación de chips, debe ser considerado. En esta línea de acción, una solución es la innovación o creación de nuevas variedades de musáceas que estén de acuerdo con las necesidades de los distribuidores y de los consumidores.
El inicio para la obtención de nuevas alternativas, reside en el mejoramiento genético, pues la maduración, la textura y el sabor tienen control genético. Por ejemplo, la vida del sabor de la fruta (flavor life) es más corta que la vida de anaquel (shelf life), el mantenimiento de la calidad del sabor de las frutas después de la cosecha es el mayor desafío para la obtención de nuevos mercados y esto se complica porque las cadenas de comercialización se demoran más, como resultado de nuevas tecnologías de almacenamiento, manejo o transporte. En el pasado, una de las dificultades para la adopción de los híbridos de la FHIA por parte de las compañías exportadoras de banano, era la falta de productos similares al Cavendish y que las compañías tendrían que desarrollar todas las tecnologías de pre y pos cosecha.